«¿Qué debe hacer el Estado (y cada uno de nosotros) para que vivamos más y mejor?» Un informe periodístico busca responder este interrogante

Un grupo de periodistas se propuso analizar por qué una población saludable es esencial para el desarrollo del país y cuáles son los desafíos para lograrlo. Para eso, desde el Foro del Periodismo Argentino (FOPEA) entrevistaron a autoridades del área, recabaron datos abiertos de organizaciones referentes y elaboraron el informe: “¡Al gran pueblo argentino, salud!

Una de las conclusiones de la investigación es que, a pesar de que la expectativa de vida se prolongó en todo el mundo, la principal causa de muerte, en nuestro país y a nivel global, se debe a Enfermedades No Transmisibles (ENT) que son en gran parte PREVENIBLES. Entre esas ENT se encuentran: las enfermedades cardiovasculares y las respiratorias, la diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Ya en 2017, la OMS alertaba que «el mundo enfrenta una epidemia de ENT que requieren esfuerzos de prevención…».

Los principales FACTORES DE RIESGO para padecer ENT están íntimamente relacionados con nuestros estilos de vida, como por ejemplo: una ALIMENTACIÓN INADECUADA, el SEDENTARISMO o el tabaquismo.

En este sentido, recientemente, se conocieron los resultados preliminares de la 4ta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (4 ENFR).:

  • 6 de cada 10 argentinos no realizan la cantidad de actividad física recomendada.

  • 6 de de cada 10 están excedidos de peso (¡3 de cada 10 con obesidad!)

  • 9 de cada 10 argentinos no consumen la cantidad de frutas y verduras recomendadas

  • 3 de cada 10 personas hipertensas desconocen que tienen presión arterial elevada.

Para el Director del Hospital de Clínicas de CABA, Dr. Marcelo Melo, combatiendo los principales factores de riesgo y garantizando el acceso al agua segura, “se estarían evitando el 70% de las muertes prematuras que hoy tienen lugar”.

Sin embargo, no se toma conciencia de la magnitud del problema. De acuerdo a un estudio que realizó el Programa Nacional de Salud Escolar (PROSANE), sólo el 10,4% de los padres y el 1,9% de los docentes consideran al exceso de peso como un problema de salud, a pesar de que la frecuencia de sobrepeso obesidad “es alarmante en todas las provincias del país” y de que, de acuerdo al relevamiento de FOPEA, Argentina es el país con más niños obesos de América Latina.

Tomar conciencia del problema y de cómo nuestros hábitos de alimentación y de vida influyen en nuestra salud es clave para poder construir una vida más saludable. La Educación Alimentaria y Nutricional (EAN) es una valiosísima herramienta de prevención que no sólo brinda información sino que, especialmente, motiva a las personas para ponerse en acción y modificar los hábitos inadecuados.

En este sentido, los Ministerios de Salud y Desarrollo Social y de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación presentaron en marzo la “Guía de Entornos Escolares Saludables“ porque reconocen que la EAN debe ir acompañada por entornos favorecedores de la salud.

En esta guía explican que “la protección de la salud no sólo depende de la educación individual y de las prácticas de consumo y hábitos de vida de las personas, sino también y fundamentalmente de las características del entorno”.

Y el entorno escolar es clave para aprender y consolidar hábitos saludables. Además, está demostrado que los hábitos que se incorporan en los primeros años de vida suelen persistir en la etapa adulta. Pero, por el contrario, la realidad de muchas escuelas es que funciona como “entornos obesogénicos“ porque:

  • 8 de cada 10 escuelas ofrecían gaseosas azucaradas en los kioscos dentro de la institución.

  • En más de la mitad de los kioscos (58,6%) había carteles o publicidades de gaseosas.

  • Sólo el 5,6% de las escuelas contaba con bebederos en los patios o dispensers de agua segura gratuita.

  • Sólo en 1 de cada 4 escuelas se dictan 3 o más clases semanales de actividad física.

Los organismos internacionales como la OMS o Unicef están uniendo esfuerzos para la promoción de hábitos saludables desde edades tempranas. La OMS presentó por primera vez recomendaciones sobre el uso de pantalla, actividad física y sueño en menores de 5 años. Unicef, por su parte, promueve medidas clave para detener el aumento de la obesidad infantil, entre las que resalta la educación alimentaria en las escuelas y el esfuerzo por construir entornos escolares más saludables.

El problema es global, pero parte de la solución está en nuestras manos. Comencemos con pequeños cambios en nuestros hábitos y promoviendo la construcción de la salud desde edades tempranas.

El informe periodístico concluye que “es mejor prevenir que curar“ y resume los principales temas en un video.

Así que… ¡no nos quedemos quietos!