¡Cumplimos 18 años haciendo Educación Alimentaria y Nutricional (EAN)!
18 AÑOS promoviendo hábitos de alimentación y de vida saludable y sostenible en todas las etapas de la vida.
18 AÑOS desarrollando actividades educativas y recursos didácticos para llegar con la mejor calidad a los que menos tienen
18 AÑOS generando conciencia de que la salud se construye día a día a partir de nuestras propias conductas y decisiones, en interacción con el entorno que nos rodea.
18 AÑOS motivando a niños, niñas, personas adultas y comunidades vulnerables a convertirse en protagonistas de su alimentación y del cuidado de su salud

¿Y qué pasó en todo ese tiempo?
Más de 20 mil docentes se capacitaron.

Cuando la Educación Alimentaria llega a los y las docentes, además de expandir conocimientos sobre alimentos, nutrientes, seguridad alimentaria, hábitos saludables y sostenibles, reciben herramientas de enseñanza y aprendizaje para replicar estos contenidos con su grupo de alumnos/as.
En estos 18 años, ¡20.017 docentes se convirtieron en agentes de salud en el aula!
Más de 462.00 alumnos/as participaron de nuestras acciones.
Cuando hacemos Educación Alimentaria en el aula o en la sala del jardín vemos que alumnos y alumnas aprenden, se motivan, reciben recursos educativos para multiplicar en sus hogares y se ponen en acción. Entonces: comparten recetas en familia, preparan ensalada de frutas y desayunos, cocinan y los mensajes llegan a toda la comunidad,
¡462.084 chicos y chicas se convirtieron en multiplicadores saludables!

Más de 2400 escuelas del país se transformaron en promotoras de hábitos saludables

Cuando un programa educativo llega a la escuela, sus docentes expanden conocimientos y multiplican los contenidos con su grupo; chicos y chicas se ponen en acción y se involucra a las familias y comienza a cambiar el entorno de la escuela. Entonces, arman carteleras, organizan ferias de ciencias, preparan campañas de comunicación y concientización a otros grados y a la comunidad, inciden sobre los productos que vende el kiosco, preparan desayunos, ensaladas de frutas y otras opciones comunitarias y saludables…
¡2459 escuelas primarias, secundarias y jardines de infantes y maternales se convirtieron entornos favorecedores del cuidado de la salud!
Más de 2 mil referentes se empoderaron
2160 referentes de la comunidad se capacitaron para multiplicar lo aprendido en comedores comunitarios, merenderos, centros de salud, organizaciones y empresas.

Lo mejor ocurrió detrás de los números…
Comprobamos que, efectivamente, la Educación Alimentaria y Nutricional funciona como una estrategia “económica, viable y sostenible”* para lograr un impacto duradero en la salud:
Hay bebés que experimentan texturas, colores y sabores de frutas y verduras, que los ayudarán a tener una alimentación más variada y saludable dese el inicio.






Hay chicos y chicas que transforman la escuela en un entorno más saludable a través de: desayunos comunitarios, cocina en el aula, campañas de concientización, ferias de ciencias, huertas, recetarios viajeros.






Hay docentes que se ponen en acción y “contagian” a sus alumnos/as conductas que ayudan a cuidar la salud.






¡Hay consumidores más críticos que deciden con conocimiento sobre su alimentación!
¡Y todo esto es gracias a nuestros aliados que hicieron posible que podamos convertirnos en “palabras mayores” en Educación Alimentaria!
Sigamos generando alianzas con empresas que, al igual que Fundación Educacional, crean que la educación y la educación son la base para un futuro más saludable y busquen llegar con la mejor calidad a los que menos tienen.