El 16 de octubre es el Día Mundial de la Alimentación. ¿Y qué tal si usamos todo el mes para potenciar una alimentación más saludable?
Hablamos de «potenciar» para hacernos a la idea de que podemos poner más fuerza o más energía en cuidar nuestros hábitos alimentarios. Y para lograrlo no necesitamos hacer grandes cambios sino pequeñas acciones que, poco a poco, nos ayudarán a incorporar hábitos más saludables.
¿Y cómo empezamos?
Se nos ocurrió potenciar 5 aspectos cotidianos:
1. Potenciemos el desayuno completo y nutritivo
¿Desayunamos todos los días o nos salteamos la primera comida, encargada de romper con el ayuno nocturno? ¿Picoteamos algo rápido antes de salir o nos hacemos un tiempo para cargar las pilas para las actividades del día?Un desayuno completo y nutritivo tiene al menos un alimento de los 3 grupos más grandes de la Gráfica de Alimentación Diaria:
I) Frutas: enteras, en jugo, en ensalada
II) Cereales o pan: copos, barritas, pan lactal, pan negro, galletitas de agua…
III) Leche, yogur o queso.
Si nos falta tiempo, podemos dejar la mesa lo más lista posible y levantarnos 5 minutos antes para preparar lo que falta. O también podemos, por ejemplo, tomar un café con leche con tostadas antes de salir y llevar una fruta para el camino.
¡A lo largo de la mañana podemos potenciar el desayuno para que no nos falte ningún grupo!
2. Potenciemos la colación de la media mañana o la media tarde
Para esos momentos entre comidas que tenemos ganas de «picotear algo», podemos elegir opciones saludables y nutritivas y dejar para de vez en cuando los productos con mucha azúcar, grasa o sal.
Nos hacen bien opciones como: un puñado de frutas secas, un yogur natural con copos de cereal sin azúcar, granola casera, una fruta o budín casero (hay ideas en nuestra web).
3. Potenciemos nuestro plato
Un plato variado tiene alimentos de diferentes grupos.
Lo mejor es que la mitad del plato sea para verduras crudas (como una ensalada colorida) o cocidas (al horno, salteadas, al vapor, etc).
Y que la otra mitad esté dividida en dos cuartos. Uno que tenga proteínas, que pueden ser de origen animal (como carnes o huevos) o bien vegetal (como una combinación de legumbres y cereales, por ejemplo: lentejas con arroz). Y el último cuarto que tenga carbohidratos como: pastas, pan, papa o batata.
También, podemos armar una sola preparación que cuente con variedad de alimentos como una tarta de verduras o un guiso con vegetales, legumbres y carne.
4. Potenciemos nuestra hidratación
Lo mejor para hidratarnos es el agua segura y la recomendación es de tomar 8 vasos diarios.
Podemos dejar agua a mano, saborizarla de manera natural (con menta, limón u otras frutas) y llevar una botellita siempre para empezar a tomar incluso antes de sentir sed.
5. Potenciemos nuestra cocina
Una alimentación saludable empieza en la cocina.
Si preparamos la comida en casa, podemos tener control sobre los ingredientes utilizados.
Podemos planificar un día para cocinar variedad de platos y guarniciones y así tenerlos listos para consumir en la semana (hay recetas variadas en nuestra web).
Procuremos que la mayoría de los platos tengan alimentos naturales: verduras, frutas, cereales, legumbres, semillas e involucremos a chicos y grandes en la preparación.
¡La cocina y la comida compartida nos hacen bien!
Así, con estos 5 aspectos cotidianos podemos potenciar nuestros hábitos saludables de alimentación y de vida.