Lo bueno de cocinar en casa…

Una de las cosas buenas que nos dejó la pandemia es la costumbre de cocinar más en casa. Aunque puede que para muchas personas eso haya sido una verdadera locura.

Pero a no desesperar, que con un poco de paciencia y de organización podemos hacer que la comida casera se convierta en un plan familiar divertido y que nos ayude a cuidar la salud.

Vayamos por partes para lograr comidas ricas, saludables y fáciles en casa:

  1. Al momento de comprar

    Antes de salir, hagamos una lista de lo que realmente necesitamos, así evitamos comprar demás o por impulso.

    Elijamos, preferentemente, alimentos frescos, naturales y de estación. Así nos aseguramos conseguir los alimentos más ricos a precios más convenientes.

    Si hay chicos y chicas en casa, podemos hacerlos/as partícipes de la compra, como una manera de familiarizarse con la variedad de frutas, verduras y legumbres y facilitar que, después, se animen a probarlas.

  2. Al momento de cocinar

    También es importante organizar cómo y cuándo vamos a cocinar. Si tenemos freezer, podemos elegir un día para preparar varios platos y congelarlos.

    Podemos lavar y cocinar vegetales: al vapor, a la plancha, al horno o salteados. Así nos sirven para acompañar carnes o pastas, para agregar a pizzas o para usar en relleno de tartas, empanadas o croquetas.

    Procuremos que en cada comida estén presentes: las verduras crudas o cocidas, la fibra (con cereales o legumbres) y las proteínas (con carnes, queso huevo o combinando cereales con legumbres).

    Si algún alimento no es muy bienvenido en la familia, podemos intentar con nuevas preparaciones, mezclándolo con otros ingredientes ya conocidos.

    ¡En nuestra web tenemos muchas recetas variadas y fáciles!

  3. Al momento de guardar

    Procuremos mantener siempre los alimentos a temperaturas seguras. Refrigerar cuanto antes los alimentos perecederos y, una vez cocidos, procurar que no pasen más de 2 horas a temperatura ambiente. Ni que pasen más de 3 días en la heladera.

    Cuando nos sobra comida, podemos aprovecharla para hacer nuevos platos, como croquetas, tortillas o budines.

  4. Al momento de comer

    Procuremos crear un clima tranquilo y sin pantallas, para que podamos hablar con tranquilidad sobre lo que estamos comiendo, si nos gusta y por qué es bueno para nuestro cuerpo y nuestra salud.

    ¡Los adultos somos referentes! Los más pequeños/as copian lo que hacemos, así que es bueno que pueden vernos comer saludable para que ellos también se animen a hacerlo.

    Que nos vean probando las verduras, agregando legumbres a nuestros platos y tomando agua segura antes que otras bebidas azucaradas. ¡Podemos ser modelos de rol saludables!

Cocinar y comer en casa son ocasiones ideales para hacer Educación Alimentaria, para reflexionar sobre nuestros hábitos de alimentación y para motivarnos juntos a hacer pequeños cambios que nos acerquen a la salud. ¿Se animan a ponerse en acción en familia?