De acuerdo a diversos estudios, entre ellos algunos publicados en el Diario de la Asociación Americana de Psicología, tener pensamientos amables hacia uno mismo y hacia los demás reduce no sólo los prejuicios implícitos sino también el nivel de enojo, de depresión y de ansiedad. Lo cierto es que, aprovechando el cierre del año y la época de balances y planificaciones, nos resulta muy saludable hacer una pausa y detenernos a pensar en nuestra salud y en diferentes maneras de cómo cuidarla y mejorarla. La Federación Americana del Corazón (AHA) sostiene que podemos empezar hoy mismo antes de irnos a dormir, tratándonos con amor y cariño, deseándonos el bien y luego hacerlo extensivo a los demás. No está nada mal para empezar a crear entornos más saludables. Pero no nos quedemos sólo en los pensamientos. También podemos activarnos para reducir el estrés. Desde el Ministerio de Salud, por ejemplo, recomiendan sumar pausas activas durante nuestras rutinas (como subir y bajar escaleras, hacer caminatas al aire libre, andar en bici, estirar piernas y brazos en el lugar de trabajo, etc.). Y también es importante no sólo mejorar nuestra alimentación de manera de comer de todo un poco priorizando alimentos nutritivos como frutas, verduras, cereales, leche, yogur y quesos, sino también hacer el tiempo de la comida sea tranquilo sin pantallas ni discusiones. Y recordemos la importancia de hidratarnos con agua segura, tomando varios vasos a lo largo del día. La AHA asegura que nos sorprenderemos de lo rápido que podemos comenzar a sentirnos mejor una vez que cortamos con el ciclo de estrés.