La Educación Alimentaria no estuvo en cuarentena: ¡más de 6.300 chicos aprendieron a cuidar su alimentación!

En un año tan particular -azotado por la pandemia de Covid, con aislamiento social y preventivo (ASPO) y con el consecuente cierre de jardines y escuelas- pudimos adaptarnos para seguir llevando educación alimentaria y nutricional a chicos y grandes.

Los encuentros y las capacitaciones presenciales pasaron a ser videollamadas, encuentros por Zoom, mensajes por Whatsapp y videos en Youtube. Optimizamos nuestra plataforma online. Más que nunca tuvimos contacto y realizamos acompañamiento personalizados a docentes y referentes.

¡Y así pudimos trabajar con 225 docentes de 46 escuelas del país! Ellos se capacitaron y replicaron los contenidos con 6.355 alumnos de Nivel Inicial y Primario.

Todo el trabajo de adaptaciones y mejoras fue posible gracias a nuestros aliados que nos apoyan y que creen que la salud y la educación son herramientas clave para construir un futuro más saludable.

Así fue que este año…

  • Desarrollamos un Programa Virtual de Educación Alimentaria junto a Terminal Zárate, en esa misma localidad.

  • Por quinto año consecutivo, implementamos “Comer rico, comer sano“, el programa de Molinos Río de la Plata. Esta vez fue con la modalidad totalmente virtual y con todas las adaptaciones necesarias: el desarrollo de nuevos recursos didácticos y seguimiento personalizado a las docentes en Buenos Aires (Pilar, Monte Grande, San Fernando, Villa Adelina, Tortuguitas, Tres Arroyos y Mar del Plata), Entre Ríos, Mendoza y San Juan.

  • Completamos el proyecto “Entornos saludables desde pequeños” que el año pasado resultó ganador de la convocatoria Semillero de Futuro, de Bayer Foundation e Inicia. Este año llegamos a 20 jardines de infantes de Esteban Echeverría. Trabajamos de manera virtual, con todas las adaptaciones, y en cuanto fue posible, viajamos para entregar todos los materiales físicos (guía docente; libritos de cuento; personaje tejido; pizarra magnética con figuras de alimentos, letras y números; elementos deportivos como sogas, pelotas, aros y conos; jarras y vasos; pendrive con el programa). También articulamos con el área de Salud y entregamos rotafolios para que los profesionales de salud repliquen los mensajes con sus pacientes.

¡La Educación Alimentaria no estuvo en cuarentena! Pudimos dejar capacidad instalada y generar entornos más saludables.